Sensaciones...

Hace escasas horas una persona a la que aprecio bastante, me confesó que para ella amar es encontrar sensaciones que busca en sus futuribles parejas. ¿Que sensaciones? Lo desconozco, pero el hecho es claro, ella busca sensaciones. Me maravilla tal afirmación, aunque no llegue a comprenderla cien por cien, me parece una buena declaración de intenciones.
No sé si yo he actuado con acierto o no, pero yo jamás he buscado sensaciones, me parece algo demasiado abstracto para buscar...yo suelo disfrutarlas dentro de mí, las llevo arraigadas a mis entrañas, y como notas músicales van sonando al ritmo de mi vida en cada momento.
A mi todo me transmite sensaciones, los olores, la música, el trabajo, los problemas, las miradas, las palabras...Todas las personas me hacen sentir en mayor o menor medida, yo podría amar a cualquier persona en base a hallar sensaciones.
Hay que tener en cuenta que siempre me ha ido mal, por lo que no tomeis esta entrada como un consejo de una Doctora Amor. A mi amiga le ha ido mejor que a mí, por lo que seguramente lo de buscar sensaciones taxadas en un perfil establecido, sea lo próximo que intente llevar a cabo despues de aprender a cocinar.
¡Que coño! IMPOSIBLE, yo no tengo perfiles, ni capacidad de determinarlos, me sería imposible describir cuales son las sensaciones que una pareja debe transmitirme para ser digna de serlo. ¡Así me irá!.
Las personas para mí son tan diferentes, y el amor tan complejo que nunca estableceré ningún tipo de estereótipo de búsqueda, ni sensaciones que deba percibirme ni perfiles que deba cumplir.
 Hazme sonreir en la terraza de un bar, dedicame una mirada en la penumbra de una habitación y mi música empezará a sonar aunque seas totalmente diferente a lo que los demás buscan. (las sensaciones aparecerán al mismo tiempo que se afianze mi sonrisa)

El maravilloso mundo del AMOR.

No vayáis a creer que tengo capacidad y tiempo para publicar diariamente ahora que no hago uso de las redes sociales, NO, no tengo ni tiempo ni mucho menos capacidad. Lo que sucede es que es Carnaval, el trabajo es algo más relajado debido a los festivos y mi mente se siente bastante inspirada y abierta...(también influye que Noita está con asma y fiebre y no salimos de nuestro salón..)
El caso es que después de analizadas diversas relaciones amorosas que me rodean, he llegado a la conclusión de que el AMOR es muy subjetivo, nunca se repite y es imposible describirlo. No es que me encante que toda persona que tiene un problema de pareja acuda a mí para buscar consuelo, no consejo, sino consuelo (debe ser que mi unidad familiar hace sentir mejor a personas que viven infelices con sus parejas, "pobre Sofi, sola  con una hija y un perro...", voy a seguir amargado/a junto a este hijo/a de puta porque seguro que seré más feliz acompañado/a que SOLO/A...)
Pues sólo os digo una cosa, y no quiero que nadie se sienta aludido/a, puesto que por primera vez me refiero a la generalidad (con lo poco que me gusta), no me agrada demasiado que me bombardeeis con vuestros problemas de comunicación e inseguridad interpersonal, cada problema, cada llanto, cada palabra malsonante hacia vuestras parejas, hacen crecer en mí un sentimiento de superioridad, lo siento, pero es así.
Aguantar a una persona por no estar solo/a, por evitar el aburrimiento o incluso para mantener un estatus es algo impensable en mi existencia, sin hablar ya de faltas de respeto, mentiras e infidelidades...
Amar es para mí algo DIFÍCIL, muy difícil, encontrar a una persona a la que admires y respetes tanto que no necesites a nada ni nadie más para sonreír a cada minuto, es muy difícil, y por eso sigo SOLA (hay que tener en cuenta que esa persona debe amarte a ti de la misma manera, por lo que la probabilidad es todavía si cabe más difícil). No seáis conformistas con vuestros corazones, con vuestras parejas, con vuestros amigos, con vuestras familias...una persona infeliz rodeada de personas se siente más sola que una persona individual serena y tranquila.
Arreglar vuestros corazones por favor, mi mente está saturada y no me gustaría que llegara el día en que os mandara a la mierda majos...

P.D. Estoy segura que después de conocer vuestras desgracias de pareja, me costará más pero acabaré venciendo a la dificultad y encontrando a la persona que hará que todos los días envidiéis mi sonrisa. (a lo mejor ya lo he encontrado pero él aún no lo sabe...)

El poema de mi vida...

Pensareis que a veces, me hago la interesante o que incluso imagino los acontecimientos que me suceden y que os cuento cada vez que nos vemos. Normal. Yo sino los viviera, también me costaría creerlos. Cada día que pasa, me reafirmo en que mi vida es un poema, por momentos de amor, en otros de sátira, surrealistas, cómicos o incluso épicos...
Este fin de semana ha sido surrealista, se han sucedido un cúmulo de situaciones pintorescas/grotescas en mi vida, dignas de plasmar en una autobiografía. Muchos de vosotros sabéis de lo que hablo y sé que corroboráis mis palabras, ¿como pueden pasarme estas cosas? y lo peor de todo ¿como sobrevivo a las mismas?. Bernardo dice que soy una persona FUERTE, muy fuerte...antes de este fin de semana lo dudaba, pero si estoy escribiendo estas lineas con una sonrisa en la boca, debo decir que Bernardo es Dios...¡que haría yo sin el!
Creo que estoy aprendiendo a no ahogarme en un vaso de agua, ¿para que amargarme?, pienso en lo sucedido y sigo sonriendo, no sé si porque continuo en estado de shock o simplemente porque al no poder hacer nada, no pienso dedicarle ni un minuto más de mi tiempo. Sigo creyendo que mi vida es maravillosa, en serio, me siento afortunada incluso de que personas dediquen su tiempo y esfuerzo a intentar joderme la vida, es increíblemente sorprendente que YO sea tan importante incluso para esas personas llenas de rabia e ira contenida y dirigida principalmente hacia mi persona. Debo ser realmente una reina.
Lo siento por ellos, me dan realmente lástima, utilizar tu intelecto de manera destructiva debe proporcionar un vacío enorme en sus corazones...
Gracias de todas maneras por no olvidarme "bestias".

Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.

Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.