sábado, 29 de octubre de 2011

Goteras

Hoy es uno de esos días en los no habría mucho que hacer cuando uno sale del trabajo, a no ser claro que entres por la puerta de tu casa y descubras que en tu salón hay cuatro goteras que están destrozándote un sofá, empapándote todo el suelo y provocándole una buena y cara neumonía a tu perro. Es lo que tiene vivir en un edificio ininteligente, os preguntareis que quiero decir, pues fácil, que de las tres viviendas que somos juntamos entre todos un cerebro y medio. Mira que les advertí : hay que hacer un seguro comunitario, hay que constituir una comunidad, hay que dar de alta la luz, hay que cambiar los contadores, hay que legalizar esta estructura...Pues no, pues no...PUES AHORA OS TOCA APOQUINAR...Gracias a Dios, bueno a Dios que coño, gracias a que soy una persona mínimamente previsora, mi seguro se hará cargo de mi parte. ¿ Los demás? Tendrán que aprobar una derrama para solucionar el problemilla de la fachada a la altura de mi piso. ¿Consecuencias? La tranquilidad comunal ha finalizado, la guerra ha comenzado.
Sinceramente me siento tranquila, armónica y moralmente limpia, en otros momentos de mi vida, la angustia ya se hubiera apoderado de mi cuerpo, las palpitaciones se adueñarían de mi corazón y los agobios hubieran resurgido de las tinieblas other time. En mi presente eso ya no existe, o al menos en raras ocasiones me sucede, ¿por qué? He encontrado una gran fuente de paz, serenidad y sosiego. ¡Pon una fuente de paz, serenidad y sosiego en tu vida!
Todo este problema de infraestructura y agua, me ha hecho reflexionar, todos sabeis de mi gran capacidad de reflexión por lo que era algo obvio que una incidencia de agua desencadenara en mí, alguna que otra conclusión existencial; goteras hemos tenido todos a lo largo de nuestras vidas, no a lo mejor de manera literal pero sí SEGURO de manera metafórica. CONCLUSIÓN: soluciona las tuyas lo antes posible de la forma más rápida y sin reflexionar demasiado, estarás mejor seco que mojado.

Siempre hablo en el trabajo de la capacidad de reacción, a veces pensamos demasiado las cosas, meditamos exageradamente como y cuando actuar ante cualquier situación, reflexionar es imprescindible, pero creo que la mayoría de las veces la reflexión se vuelve infinita...Perdemos grandes cosas que eran para ya entre tanta reflexión, cuando he logrado llegar a una conclusión ya me ha pasado el tren, no dejeis que los trenes se vayan...los trenes son verdaderamente la hostia...Siempre me ha encantado viajar en este tipo de transporte. ¿A tí?

P.D. Yo no pienso volver a bajarme del mío.

2 comentarios:

  1. Gran conclusión. Se nota que la has reflexionado bastante...

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  2. Querido "razonesobvias", la reflexión ha durado exactamente el mismo tiempo que la improvisación del texto...años ha hubiera tenido que sentarme en mi ventana a reventarme la cabeza para alcanzar tal resolución. Gran parte del mérito viene de tu tierra...¿para qué reflexionar tanto? Acción/reacción/repercusión.

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